Los humanos naturalmente favorecemos el orden sobre el caos. También preferimos aplicaciones y sitios web que tienen sus elementos de interfaz organizados y estructurados correctamente.
Por eso incluimos solo las características de navegación más básicas. Simplificamos al máximo los elementos de la interfaz: pocos botones, íconos simples y bien conocidos (por ejemplo, un ícono de carta o teléfono que representa formas de contacto, o un pin para la ubicación), y una paleta de colores en blanco y negro.